Si la competencia en el mercado de los teléfonos inteligentes es una guerra sin pólvora, el control de costos es sin duda uno de los factores clave para ganarla. Samsung, el gigante mundial de los teléfonos inteligentes, está remodelando silenciosamente su posición en el mercado de nivel de entrada a través de una estrategia conocida como ODM (Original Design Manufacturer).
Ya en noviembre de 2018, Samsung se adentró en el modelo ODM con el Galaxy A6s, exclusivo para China. Fabricado por la empresa china Wingtech, este fue el primer intento de Samsung de externalizar la producción para reducir costos y consolidar su posición en el ferozmente competitivo mercado chino. Hoy en día, la estrategia ODM de Samsung está ganando impulso. Según los documentos presentados ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE. UU., el recientemente lanzado Galaxy A10s es el segundo teléfono ODM de Samsung, producido por Jiaxing Yongrui Electronics Technology Co. A diferencia del A6s, el A10s está destinado al lanzamiento global, lo que indica la creciente confianza de Samsung en el enfoque ODM.
La adopción del modelo ODM por parte de Samsung no es un accidente, sino una respuesta calculada a la intensa competencia en mercados emergentes como India y China, donde los consumidores sensibles a los precios dominan y los dispositivos económicos y de alto valor reinan. Al externalizar la producción de algunos teléfonos de nivel de entrada a socios ODM, Samsung puede reducir significativamente los costos, lo que permite precios más competitivos y una mayor cuota de mercado. Las ventajas de este modelo incluyen:
Si bien el modelo ODM presenta oportunidades significativas, también conlleva riesgos. En el lado positivo:
Sin embargo, los desafíos incluyen:
A pesar de los riesgos, ODM sigue siendo una herramienta fundamental para que Samsung se mantenga competitivo en el mercado de nivel de entrada. En el futuro, es probable que la empresa profundice sus asociaciones ODM, externalizando más modelos de gama baja mientras refuerza la supervisión de la calidad y la protección de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo, Samsung debe equilibrar esta estrategia con inversiones en tecnología patentada para evitar la dependencia a largo plazo.
En resumen, la estrategia ODM de Samsung es una espada de doble filo: ofrece eficiencias de costos y agilidad en el mercado, pero exige una gestión cuidadosa para mitigar los riesgos. Solo a través de la optimización continua puede convertirse en un arma real en el despiadado campo de batalla de los teléfonos inteligentes.
Si la competencia en el mercado de los teléfonos inteligentes es una guerra sin pólvora, el control de costos es sin duda uno de los factores clave para ganarla. Samsung, el gigante mundial de los teléfonos inteligentes, está remodelando silenciosamente su posición en el mercado de nivel de entrada a través de una estrategia conocida como ODM (Original Design Manufacturer).
Ya en noviembre de 2018, Samsung se adentró en el modelo ODM con el Galaxy A6s, exclusivo para China. Fabricado por la empresa china Wingtech, este fue el primer intento de Samsung de externalizar la producción para reducir costos y consolidar su posición en el ferozmente competitivo mercado chino. Hoy en día, la estrategia ODM de Samsung está ganando impulso. Según los documentos presentados ante la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE. UU., el recientemente lanzado Galaxy A10s es el segundo teléfono ODM de Samsung, producido por Jiaxing Yongrui Electronics Technology Co. A diferencia del A6s, el A10s está destinado al lanzamiento global, lo que indica la creciente confianza de Samsung en el enfoque ODM.
La adopción del modelo ODM por parte de Samsung no es un accidente, sino una respuesta calculada a la intensa competencia en mercados emergentes como India y China, donde los consumidores sensibles a los precios dominan y los dispositivos económicos y de alto valor reinan. Al externalizar la producción de algunos teléfonos de nivel de entrada a socios ODM, Samsung puede reducir significativamente los costos, lo que permite precios más competitivos y una mayor cuota de mercado. Las ventajas de este modelo incluyen:
Si bien el modelo ODM presenta oportunidades significativas, también conlleva riesgos. En el lado positivo:
Sin embargo, los desafíos incluyen:
A pesar de los riesgos, ODM sigue siendo una herramienta fundamental para que Samsung se mantenga competitivo en el mercado de nivel de entrada. En el futuro, es probable que la empresa profundice sus asociaciones ODM, externalizando más modelos de gama baja mientras refuerza la supervisión de la calidad y la protección de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo, Samsung debe equilibrar esta estrategia con inversiones en tecnología patentada para evitar la dependencia a largo plazo.
En resumen, la estrategia ODM de Samsung es una espada de doble filo: ofrece eficiencias de costos y agilidad en el mercado, pero exige una gestión cuidadosa para mitigar los riesgos. Solo a través de la optimización continua puede convertirse en un arma real en el despiadado campo de batalla de los teléfonos inteligentes.